En los últimos días hemos podido ver, por diferentes medios, ciertas cuñas informativas advirtiéndonos de los peligros de nuevas modas respecto al consumo de tabaco mediante shishas, vapers, etcétera. Nuevos hábitos que impactan fuertemente en los grupos sociales más vulnerables: nuestros jóvenes.
Pero un paso más allá de estas nuevas modas, por desgracia, llevamos un lustro escuchando mantras que a base de repetirlos se han convertido en supuestas tristes ‘verdades’ y nuestra sociedad, y más concretamente nuestros adolescentes, las asumen como tales: «El hachís es bueno», «la marihuana cura el cáncer», o cosas como «un porro es mejor que el tabaco» o «para dormir un par de calaítas vienen fenómeno».
Más allá del grado de verdad o falsedad de tales afirmaciones, se ha conseguido rebajar socialmente el rechazo a estas drogas y algo mucho más peligroso: rebajar —en según qué colectivos, incluso en nuestros políticos— su persecución, su prevención. Parecen no ser conscientes de cómo pueden impactar dichos hábitos en nuestros menores en proceso de formación y madurez. Quizás también sea poco justificable implantar políticas preventivas y reactivas contra las drogas cuando se han defendido y minimizado sus efectos durante años. Quizás por eso entendamos la desaparición de la patrulla canina de nuestra Policía Local (castigo, durante años pasados, del tráfico de estupefacientes) o cómo no se subvencionan (en el municipio de la subvención) aquellas iniciativas que van contra el consumo del cannabis en defensa de nuestros adolescentes. O de por qué sigue nuestra izquierda de Rivas auspiciando la Feria del Cannabis.
Nuestra ciudad, nuestro Rivas, fuera de las cifras municipales que no reflejan la realidad del verdadero drama, es fruto de una situación, cuando menos, preocupante. Numerosas familias ripenses, muchas de ellas sin dar la cara de puertas afuera, sienten en sus carnes el azote de las drogas y sus duras consecuencias. Sienten como sus hijos e hijas —adolescentes— llegan a casa tras haber recibido una paliza por no pagar el dinero de una ‘bellota’ prestada. Sienten como sus hijas frivolizan con el sexo a cambio de sus dosis. Sienten como sus menores tienen serios cambios de humor y agravan sus momentos más violentos por la falta en sus organismos del adictivo ‘polen’. Sienten como los resultados académicos cada día pierden peso en favor de ser el más ‘popu’ en la clase.
Rodeados de una cultura musical y televisiva donde el ‘malote’ mola, donde el ‘narco’ es el ejemplo a seguir, algunos, entre nuestra juventud, perdidos en busca de su rumbo, encuentran un fácil camino a ejemplificar que quizás sea el peor, el peligroso…
Tras todo eso, nuestro ayuntamiento, nuestros políticos en Rivas, parecen querer dar la espalda a estos dramas. Hay ideologías que en su ‘pack’ llevan defensas culturales cuando menos peligrosas, pero, eso sí, muy populares… Entra aquí el preservar votos y ‘molar’ o defender la salud y el futuro de nuestros hijos/as. El Partido Popular de Rivas Vaciamadrid tiene claras sus políticas en favor de la salud, de la defensa de planes preventivos, defendiendo nuestros colectivos más vulnerables y nuestras familias. El gobierno de Izquierda Unida, Podemos y sus subfiliales (PCE, anticapitalista y demás) también lo tienen claro… y tristemente prefieren seguir siendo populares y captando votos en detrimento de nuestros adolescentes, su salud, su integridad y, lo que es mucho más importante, ¡su futuro!
Francisco Gallardo
Concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid