He leído, en Diario de Rivas, la intención del Gobierno Municipal de Rivas Vaciamadrid de apostar por un nuevo modelo económico, el modelo de economía circular. El señor alcalde y su concejala delegada de Transición Ecológica lo han anunciado. Pretendemos abandonar el modelo productivo lineal por un modelo circular (Cradle to cradle). Interesante, me gusta. Debemos intentarlo y ayudarles en su plan.
La economía circular es un modelo productivo y de consumo que nace en el ámbito de las Ciencias Económicas.
La Dra. Zhexembayeva es empresaria, no es socióloga o licenciada en Ciencias Ambientales. Braungart (químico) y McDonough (arquitecto) son empresarios que querían hacer prosperar sus negocios. Obviamente, todos ellos con una importante, innovadora, innegable sensibilidad ambiental.
Sus libros, sus conferencias, sus negocios y, sobre todo, sus éxitos empresariales han logrado transmitir la necesidad de un cambio en el “esquilmado océano empresarial”. Sus experiencias, la inmensa mayoría de sus propuestas y acciones están vinculados a modelos económicos liberales, posiblemente el 100%. Todas las experiencias conocidas de economía circular tienen su origen, su fin y su éxito en la empresa privada. No estoy afirmando que no puedan desarrollarse en una economía social-comunista, pero yo no conozco ejemplo en esos modelos productivos. Tienen en contra los modelos social-comunistas, su obsesión casi exclusiva por la producción estatal, y eso va en contra de la propia filosofía del modelo de economía circular.
Los presupuestos municipales son la norma jurídica local que establece de un modo ordenado y cifrado el estado de cuentas, ingresos y gastos, de una entidad local a lo largo de un año. Esa norma jurídica, como cualquier texto escrito, tiene “tras las líneas”, una ideología reflejo de sus autores. Cassany, desde el ámbito de la filología y pedagogía, explica perfectamente mi última afirmación. No hay texto escrito sin ideología. Efectivamente, como las líneas que lee usted ahora. Es inútil, por más que los autores de textos intentemos desvincularnos de nuestra manera de ser y pensar. No, no logramos la objetividad aséptica.
Conocido que el origen del modelo de economía circular nace y se desarrolla desde el ámbito económico, no del social, ni del medioambiental; sabiendo el nexo que une dicho modelo productivo a la empresa privada y asumiendo, por el contrario de todo lo anterior, la ideología que subyace en los presupuestos municipales donde quieren ser integrados estos argumentos son conceptualmente distintos a esta forma de pensar, la pregunta es evidente: ¿cómo se puede conciliar economía circular y social comunismo?
Visto así, el experimento de Rivas Vaciamadrid se vuelve más interesante, más innovador, más transgresor y más ilusionante. El peligro que se corre es que el modelo económico no sea fiel al enunciado como “circular”, o que abandonemos la concepción económica de la ideología política que dicen tener esos presupuestos.
Analicemos los presupuestos municipales para el 2021 en su apartado de “transición ecológica”. En este texto, el centro gestor de transición ecológica (0215) destina 18 euros, sí, han leído bien, 18 euros, a gastos de personal. Mucho no es en, aproximadamente, 100.000.000 de euros. A mantenimiento, reparación y conservación de infraestructuras, muebles e inmuebles, unos 250.000 euros. Los estudios y trabajos técnicos, no especificados, otros 250.000 euros. En lo nuclear, las inversiones; los huertos urbanos tienen destinados 15.000 euros; y unos 300.000 euros para nueva maquinaria. Fin, se ha acabado. No hay más. Punto.
El resto de los 8.000.000 de euros pertenecen a las partidas de recogida de las basuras (RSL) y mantenimiento de los jardines. Ambas una obligación legal, competencia exclusiva de las entidades locales. El proceso RSL aquí es el de siempre, un modelo basado en la recogida selectiva de 3 contenedores. No es un modelo circular por mucho que, de forma puntual y experimentalmente, dispongamos de un quinto contenedor. Es más, aunque logremos un séptimo contenedor, existe una directiva europea y, si no la cumplimos, terminarán multándonos. La gestión integral de los residuos es competencia exclusivamente municipal. Es decir, es nuestra obligación, no nace de nuestro carácter innovador, sea este lineal o circular. La nuestra, la de Rivas, nada tiene de circular, o muy poco. No echemos la culpa a otros.
Ante esta evidencia, el Plan de Economía Circular nace sin una memoria económica que lo justifique, soporte y garantice. Si no existe memoria económica, todo será un bello cuento que terminará por no cumplirse. Volveremos a crear comisiones de expertos, y comisiones ciudadanas, que den soporte al relato ficticio y bolilla a afiliados y asociaciones ecologistas. Al no haber sustento real económico a corto, medio y largo plazo, fracasaremos.
Estas comisiones han sido ya creadas en otros proyectos medioambientales de ciudad del futuro, limpia y sostenible, como Rivas Ecópolis, o Ecohispánica. Los viejos del lugar recordaran bien lo que escribo. Reuniones “Manto de Penélope”, interminables, tediosas y donde al no haber euros de por medio nada podían engendrar. Ambos proyectos quedaron en eslogan, cuento, relato y nada más. No aportaron soluciones fiables a largo plazo. Nada queda de Rivas Ecópolis, salvo la plaza frente al ayuntamiento, en evidente decadencia (demolición de edificios incluida). Nada queda de Ecohispánica, ni el nombre.
Me apasiona el Medio Natural, la Geología, la Biología. Amo a la Madre Tierra, “Gaia”, mucho. Estoy en el convencimiento de que estamos muy solos en el universo. También tengo la fe de que hay otros, pero están muy lejos. Están tan solos como nosotros. No sé cómo llegar y/o ponerme en contacto con ellos. Desconozco qué hacer para pedirles ayuda, si es que saben cómo hacerlo. En definitiva, no existe un Plan B para “Gaia” fuera de “Gaia”, y las comisiones de expertos y ciudadanas no la salvarán, si no existe memoria y modelo económico que las soporte. La economía circular no es la solución, es parte de la solución. La retirada sostenible será necesaria. Actuar desde lo local es fundamental. Quiero, y creo, que puedo ayudar, pero es necesario no ser parte de un relato. Así no ayudamos a “Gaia”, a Rivas, ni a cada uno nosotros.
Antonio de la Peña
Vicesecretario de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Partido Popular de Rivas Vaciamadrid