Cuando se publique este número de Este de Madrid quedarán tres semanas para la primera cita con las urnas de este año. El gobierno del PSOE de Pedro Sánchez salido de una moción de censura pactada entre fuerzas diversas y rivales, ha hecho posible un periodo efímero, cargado de problemas y que ha conseguido en ocho meses, desbaratar los logros conseguidos por el gobierno del Partido Popular tras la crisis económica, evidente, pero negada por el propio PSOE, de 2008.
En estos meses, el crecimiento económico se ha ralentizado, la deuda del Estado ha aumentado, el desempleo ha dejado de bajar y el clima de crispación típico cuando gobierna, es decir, desgobierna la izquierda se ha ido instalando en los españoles que, a día de hoy perciben, percibimos que el panorama político y el futuro inmediato son cada vez más inciertos. Las supuestas medidas sociales del actual gobierno son todo, menos eso, sociales. Son socialistas y, en consecuencia, generadoras de problemas y de atraso.
El Partido Popular liderado por Pablo Casado tras ganar en unas elecciones a la presidencia del partido, se presenta a las próximas elecciones generales cargado de optimismo y de proyectos. Proyectos ganadores que, si los españoles le conceden la mayoría suficiente, podrá llevar a cabo desde la única perspectiva desde la que se puede liderar y gobernar una sociedad moderna. Desde la perspectiva de un programa liberal conservador que entiende, entre otras cosas, que la mejor política social es el fomento del empleo. Cuantos más ciudadanos tengan acceso a un puesto de trabajo, se genera más riqueza particular y general y se pueden abordar con holgura los grandes servicios sociales que necesitamos. Una sanidad de calidad, una educación libre y de prestigio, unas prestaciones en materia de inserción laboral, ayudas sociales a colectivos vulnerables, apoyo concreto a los emprendedores. Una financiación autonómica equitativa y justa y suficiente, sin necesidad de tener que “comprar” con dinero de todos la voluntad de separatistas y de independentistas. Una política de ayuda a la familia y de apuesta por la maternidad y por la vida en un país que está viviendo un verdadero invierno demográfico de incalculables consecuencias. Una política de buena administración y control del gasto que permita unas pensiones dignas en un sistema duradero y sostenible.
Son todas las caras que exige una sociedad moderna. Y para aplicar todas estas medidas y tener un futuro de certezas, se necesita una fuerza política que se encuentre lejos de extremismos populistas de un lado o de otro, un partido que sepa dónde está y no utilice el centro para unas veces irse a un lado y otras a otro, un partido que no aproveche una mal entendida política social para comprar voluntades. Un partido sin liderazgos puramente personales, sino con personas verdaderamente líderes de un proyecto sensato, creíble y realizable.
Las próximas elecciones serán una gran oportunidad para volver a la senda del crecimiento y del progreso. Eso significa Pablo Casado y el Partido Popular.
Ricardo Gómez
Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid