El día 31 de octubre se celebró el pleno en el que se aprobaron los presupuestos municipales, un montante de 96 millones de euros para que la cuidad ‘viva’ y se gestione, al menos, durante el próximo año.
El Partido Popular presentó sesenta enmiendas a los presupuestos realizados por el gobierno municipal, que someramente explicaré.
El gobierno de IU/Podemos insistió en dos cuestiones: son unos presupuestos continuistas y están muy limitados por las leyes de control del techo de gasto y de estabilidad presupuestaria que impone Hacienda.
La mayoría de los presupuestos se destina al pago de sueldos de funcionarios (unos 500 en el Ayuntamiento y otros tantos en Rivamadrid y EMV) y a gastos relacionados con el mantenimiento de la ciudad (limpieza de calles, recogida de residuos, ajardinamiento, gastos de luz, gas, agua, etcétera).
Algunos datos: Rivamadrid y la Empresa Municipal de la Vivienda suponen un 35% del gasto municipal, unos 50.000 euros diarios; el pago de sueldos un 40%, y el resto se aplica a diversas partidas. Una no pequeña, que este año ascenderá a diez millones de euros, se dedicará, según obliga la ley, a reducir la deuda municipal. Deuda que en el año 2010 era de 40 millones de euros, llegando en 2013 a 120 millones (el triple). Desde 2013 hasta hoy se ha reducido en 40 millones, quedando en la actualidad una deuda en nuestro Ayuntamiento de 84 millones de euros. Una deuda vergonzosa y vergonzante, fruto de una desmadrada gestión municipal sin tener en cuenta que el gasto y la gestión en Rivas (como en cualquier administración) surge del dinero que aportan los ciudadanos a través de los impuestos.
Por cierto, impuestos que en Rivas son bastante altos. Pagamos un 35% de los ingresos municipales a través del IBI, y además pagamos la tasa de recogida de basuras (eufemísticamente llamada ECOtasa), pagamos tasa de vados y también el impuesto de circulación de vehículos.
Una partida que me parece muy curiosa es la previsión de 2 millones de euros de ingresos por sanciones de tráfico en el municipio, y un ingreso de 8 millones de euros en venta de parcelas de propiedad municipal. Este último importe será el único procedente del propio Ayuntamiento que podrá aplicarse en nuevas inversiones en la ciudad. Pero se da la circunstancia de que el año pasado se previó el ingreso de 10 millones de euros por este concepto y, en realidad, sólo se enajenaron parcelas por importe de 2 millones. Las parcelas que se han relacionado en este ejercicio son las que no se consiguieron vender en el ejercicio pasado, las mismas. Por lo tanto, es más que probable que este año tampoco se consiga recaudar el dinero previsto por este concepto.
El resto de los ingresos que podrán aplicarse a Inversiones, que actualmente, han de ser Financieramente Sostenibles (IFS), serán los procedentes de fondos comunitarios (Fondos FEDER) en su variante municipal, llamados fondos EDUSI (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado), fondos de la Comunidad Autónoma procedentes del Plan de Inversión Regional, y fondos traspasados a municipios procedentes del gobierno central.
De manera que, en el capítulo de ingresos, se aprecia una importante carga impositiva directa e indirecta sobre los ciudadanos, muy poco ingreso por actividad económica y/o empresarial en el municipio (un millón y medio escasos de Impuesto de Actividades Económicas) y una previsión de ingresos para inversiones que, casi con total seguridad, no se cumplirá.
Un modelo que actualmente se vuelve a fundamentar en el ladrillo, en la construcción de vivienda, actualmente mucha vivienda en altura con alta tasa de concentración de población, con los problemas en cuanto a servicios, accesos, etcétera, que ya está generando y generará en el futuro; y en el dinero recibido de otras administraciones.
En cuanto al capítulo de gastos, nuestras enmiendas al presupuesto han ido enfocadas a ‘limpiar’ unos presupuestos que, en su conjunto, tienen 1000 partidas asignadas con un euro de gasto, entre las que se incluyen compras de alimentos, farmacia o alimentos para animales en casi todas las concejalías, y algunas francamente curiosas como las comunicaciones telegráficas en la concejalía de innovación y empleo. Algo absurdo en un estado de previsión de cuentas.
También hemos pedido la supresión de la asignación de 50.000 euros al programa de transversalidad de género, hemos solicitado la minoración en el gasto del servicio de Bicinrivas, que supone 107.000 euros de mantenimiento y este año 50.000 más en nuevas inversiones del servicio, pero que genera sólo 4.000 euros de ingresos, ya que se trata de un servicio muy poco utilizado por los vecinos y que, entendemos se puede considerar un proyecto fallido cuya existencia habría que plantearse.
También hemos solicitado la minoración de gastos en el gabinete de prensa y publicidad que supone 1,5 millones de euros, de los cuales la mitad van destinados a sueldos y la otra mitad (750.000 euros) a gasto corriente en comunicación ciudadana, es decir publicidad vertical y la revista municipal, entre otras cosas, lo que convierte a este centro de gasto en una verdadera ‘concejalía de propaganda’ al servicio del gobierno para su mayor gloria.
Por último, nos ha parecido mal aplicada la última modificación presupuestaria (la decimotercera de los presupuestos de 2018) que, entre otras cosas, destina 850.000 euros a la primera fase de un cetro de animales (una suerte de perrera municipal) y 250.000 euros a la rehabilitación del centro Che Guevara.
Como valoración general, los presupuestos del gobierno de Rivas IU/Podemos nos parecen unas cuentas con una mala previsión de ingresos, por lo que no se cumplirá con la liquidez que el Ayuntamiento precisa y con un exceso de gasto en partidas que no nos parecen necesarias. Un planteamiento de ciudad muy basada en el crecimiento urbanístico desmesurado, a nuestro modo de ver, lo que dificulta la oferta de adecuados servicios a los vecinos y con una muy pequeña presencia de crecimiento empresarial y productivo.
Los presupuestos de 2019, por tanto, supondrán continuar por la senda del inmovilismo, de la persistencia de los problemas que todavía están sin resolver, igual que al inicio de la legislatura, y haciendo que Rivas, que debería ser ya una gran ciudad, siga siendo un gigante con los pies de barro.
Ricardo Gómez
Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid