En las últimas horas estamos viviendo como se abre una nueva página en la historia de nuestra democracia. Tras casi 40 años de monopolio y un gobierno monocolor del PSOE en Andalucía, por fin, savia nueva. Por fin, un relevo… Por fin la lucha y el acuerdo entre la oposición (con el protagonismo, una vez más, del Partido Popular como cohesión por el bien común) por un bien superior: desalojar de la Junta de Andalucía al Partido Socialista.
Rivas, nuestra ciudad, en breves meses, puede estar muy cerca de Andalucía —más que nunca— porque nuestro municipio vive el mismo mal, la misma enfermedad patentada en nuestro barrio por IU, actualmente Somos Rivas y Rivas Puede.
Una enfermedad donde la gestión de Izquierda Unida ha sido crear una red clientelar, apesebrada y especulativa en Rivas Vaciamadrid. Una red vecinal y asociativa donde van cambiando el nombre de las asociaciones y el objeto, pero nunca las personas ni las caras: siempre los mismos ‘estómagos agradecidos’ pendientes de las oportunas subvenciones y/o ayudas municipales, y que son quienes posteriormente se echan a la calle, invaden de comentarios nuestros bares e intentar adoctrinar cualquier actividad en Rivas, desde una Cabalgata de Reyes (como ejemplo reciente) hasta las fiestas locales o cualquier taller para los vecinos/as que se celebre, con independencia de la temática.
Un gobierno que ha sembrado de familiares los puestos municipales. Sí, sí, querido vecino/a: hay todo un árbol genealógico de trabajadores del Ayuntamiento donde el pedigrí viene marcado por el partido de gobierno (Izquierda Unida y Podemos), bien por ser familiar, bien por ser afiliado/a, con el agravio para el resto de funcionarios/as y aportando por parte de los anteriores el sesgo radical que eso implica en toda actividad que recibimos como vecinos/as.
Un gobierno, eso sí, incapaz de sacar a Rivas del lugar donde está: un municipio dormitorio donde el único afán es seguir vendiendo suelo para masificar de viviendas la población y seguir teniendo la máquina especulativa del suelo en el gobierno de izquierdas más liberal conocido. Donde sus programas ideológicos son de extrema izquierda, pero que como gestores se dedican a privatizar de forma externalizada y especular con el ladrillo.
Es aconsejable un cambio. Es vital un cambio. Es saludable un cambio. Lo parecía hacía ya mucho tiempo, pero bueno, se va a dar la posibilidad en mayo con las elecciones municipales.
Un cambio donde los que podamos estar gobernando lo vamos a tener muy difícil, que veremos lo que dura, y al que se nos tendrá que observar muy de cerca y criticar en todo lo necesario, pero un cambio histórico. Un cambio saludable, un cambio plural y un cambio para y por el bien de Rivas y para y por el bien de cada uno de nosotros/as. La oportunidad se vestirá de voto… En ti queda.
Francisco Gallardo
Concejal del PP en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid