De nuevo, recibimos en el mes de febrero el primer plazo del pago de los impuestos municipales, esta vez, incluso antes de que la carta aclaratoria-propagandística nos aleccione acerca de lo bueno que es pagar impuestos y la de cosas que se nos “devuelven” gracias al sano ejercicio de pagar. En la que se nos instruye acerca de lo bueno que es todo lo público y lo acogedora que es la administración local que nos lo da todo hecho, aunque no queramos y no sea verdad.
Bueno, más allá del debate de lo público bueno, lo privado malo que se perpetúa en nuestro municipio de manera recurrente, la realidad es que, de nuevo, pagamos más impuestos municipales que el año pasado. Parece que esto no tiene remedio. Más dinero a pagar, los mismos servicios, no más servicios, ni mejores servicios.
Los presupuestos aprobados por el gobierno de IU/PODEMOS para 2019 consolidan unos ingresos cercanos a los 100 millones de euros y unos gastos similares. Los ingresos son, principalmente, debidos a los impuestos directos (IBI, basuras, Impuesto de circulación de vehículos y vados), a las tasas por servicios, como, por ejemplo, las tasas deportivas que son de las más altas de toda la región, a (no me lo creo) recaudación en multas de tráfico 2.000.000 de euros, de plusvalías otros dos millones, de impuestos a las actividades económicas, y suma y sigue.
Los gastos, principalmente, en pagar los sueldos de los funcionarios municipales, que no pocas veces, tienen que reclamar el cumplimiento de sus convenios; en liquidar la escandalosa deuda municipal que arrastramos desde hace años, gracias a las políticas del despilfarro y del regalo con el dinero de todos y que a día de hoy asciende a 68 millones de euros; a sufragar al empresa municipal de servicios Rivamadrid que nos cuesta 18 millones de euros al año, a lo que habrá que añadir este ejercicio, de momento, 250.000 euros en indemnizaciones a dos trabajadores por despido improcedente fruto de una pésima gestión de empresa; y a un extenso capítulo de los presupuestos que repartido en muchas concejalías se ha dado en llamar Trabajos y Estudios Técnicos y que asciende a 3,5 millones de euros más. No quiero dejar de citar el millón y medio de euros del gabinete de prensa del Ayuntamiento, gracias al cual, estás leyendo esta revista en la que puedes admirar los logros de este gobierno y asomarte a la Rivas “virtual” sin manchas ni arrugas. Milagros de la comunicación de masas.
Esta es, muy resumida, la realidad económica de nuestro Ayuntamiento que cada año nos carga con más impuestos y cada año nos obsequia con más gastos, muchos de ellos, poco entendibles y otros, fruto de una mala gestión del dinero de todos.
Estamos ya muy próximos a varias citas electorales. Unas elecciones generales convocadas por un presidente del gobierno no salido de las urnas, sino de los pactos en el Congreso que, por no buscar la gobernabilidad ni el bien del país, sino el oportunismo personal y de partido ha terminado como ha terminado. Y menos mal que ha terminado. Y unas elecciones municipales, regionales y europeas que nos brindan de nuevo a la oportunidad de apostar de verdad por Europa, de apostar por la continuidad en la Comunidad de Madrid (más empleo, más inversión, más libertad y pluralidad, más servicios, más progreso), de apostar por un cambio en Rivas para comenzar con un gobierno municipal que baje impuestos, mejore los servicios y haga de Rivas una gran ciudad, una ciudad moderna, una ciudad libre y bien gestionada.
Ricardo Gómez
Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid